viernes, 23 de enero de 2015

Tomado por la muerte

Así es, estaba parado frente a Samael, en esa colina oscura, podrida y tenebrosa para muchos, no importaba, mi admiración por él es tal, que muchas veces creo que es nuestro verdadero creador. Había iniciado mi busqueda por él debido a algunas preguntas que tenía desde mis inocentes 5 años de edad, desarrollando capacidades diferentes a los demás niños de mi edad, no físicas, sino más bien, en mi moral.

Incado ante él, debido ante su imponente presencia, le había preguntado...
-¿De qué están hechos los niños?
Debido a mi curiosidad en cómo se corrompen sus almas al pasar el tiempo; a lo que él me respondió con una voz suave...
- De gusanos, lagartos y hongos venenosos. Crecen de las profundas tierras del mismo Satán, en verdad, suciedad dentro de los hoyos de las rocas.

Su respuesta me dejó frío, pero mi curiosidad me obligaba a quedarme ahí, queriendo saber más sobre mi grotesco mundo; después de pasarme ese nudo en la garganta ante tan fría oración, pregunté...
-Entonces, ¿de que están hechas las niñas?
Es entonces que Él abre ese par de alas en su abdomen y responde con una voz más grave y aguardentosa...
-Están formadas del barro de una fuente seca, de las piedras que marcan el camino hacia el Hades, son alas arrancadas de ángeles.
Estaba a punto de preguntarle algo más sobre mí, pero interrumpe abriendo los demás pares de alas, excepto uno, el de su rostro, yo no era tan privilegiado para verlo; me empieza a decir con una voz más gutural, agresiva y omnipotente...
-Criaturas como yo, alas de cuero, cola, cuernos, con dientes rasgados y como monstruos en manadas; ustedes raza inferior, a bordo de cadáveres, escuchando su balance al borde de una tumba. De esos hombres y mujeres ya crecidos, sí, aquellas rabiosas pesadillas que ves, se aman con furia entre sí para luego dejar cargar todo su peso a los hombros de sus hijos.

Me sentí raro, como si me gustara la presencia de aquel omnipotente ser, sabía muy bien que era el Señor de los Satanes, pero no me importaba, quería saber más, más... ¡más! A lo que una presencia muy conocida mía, pero que dejé de sentir unos días antes de iniciar éste desastre, sentía que me manipulaba, y sentía un extraño éxtasis al dejar pasar esa presencia sobre mí; me hacía presenciar las siguientes palabras de Él...
-Hijos e hijas nacidos de las raíces de los inmundos árboles, eslabones perdidos de nuestras costillas, más vale que arrastren sus almas lejos de los pantanos; humildes criaturas, más vale que corran... tú, en cambio, no te consideras humilde aunque lo seas, te consideras un pobre servidor mientras todos te sirven aunque no te des cuenta, no, no eres raro aunque lo pienses, eres especial, eres... como yo. Tomado por la muerte.

Es entonces que caí en un profundo sueño, me sentía tan relajado y con un inmenso miedo a la vez, sí, mi curiosidad se había saciado por completo. Despierto, en un campo floreado y aromático, tan relajado, en paz... es entonces que comprendo, el porqué de mi existir... sí, ese soy yo... Sasha, concebido en la ira... elogiado con látigos... extraído de la carne... bautizado en sangre... y tomado... por la muerte...

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